La actividad muestra cuál es el papel de los microorganismos para transformar un residuo en un producto con valor añadido o para descontaminar una zona impactada. Todo ello en el contexto de las investigaciones que se llevan a cabo en el seno del grupo BIO-175 (UAL).

Aunque no son perceptibles a simple vista, los microbios están por todas partes. ¡Que no cunda el pánico!, los microorganismos tienen mala fama porque a veces sólo conocemos aquellos que nos perjudican, pero hay una gran mayoría de ellos que nos benefician o, mejor dicho, sabemos cómo sacar provecho de sus numerosas y útiles capacidades. De este modo, gracias al diverso y amplio metabolismo enzimático de los microorganismos (bacterias y hongos, principalmente), algunos peligrosos contaminantes pueden ser eliminados y la mayoría de los residuos orgánicos transformados en productos valiosos como, por ejemplo, el compost, que puede ser aplicado al suelo como abono orgánico para ser aprovechado por los cultivos como fuente de numerosos nutrientes y sustancias de interés. Además, los microorganismos que se encuentran en tales ambientes presentan un rango amplio de beneficios, asociados a su capacidad para producir sustancias de interés como antibióticos o fitohormonas, con múltiples aplicaciones biotecnológicas.

Partiendo de esta idea, la actividad se basará en mostrar la diversidad microbiana (aspecto, grupos microbianos) que puede encontrarse en los residuos o ambientes contaminados, a través de distintos medios de cultivo, así como en explicar el papel de dichos organismos microscópicos para transformar un residuo o desecho en un producto con valor añadido o para descontaminar una zona impactada. Además, se explicarán las distintas líneas de investigación que actualmente se llevan a cabo por el grupo BIO-175 “Desarrollo de técnicas microbiológicas para la mejora de suelos de interés agrícola” con participación en numerosos proyectos, tanto de ámbito nacional como europeo.