Entre el 50% y el 70% del peso del cuerpo humano es agua, y el 70% de la superficie del planeta Tierra está cubierta por agua, lo que hace del agua la base de la vida. El resto de la superficie terrestre (30%) es suelo, el cual es fundamental para el desarrollo de nuestra vida y la obtención de la mayoría de los recursos que necesitamos. La interacción entre el suelo y el agua es esencial para nuestra existencia tal y como la conocemos hoy en día, por lo que una gestión sostenible de ambos recursos es crucial. En este taller, proponemos analizar cómo se relacionan estos dos recursos y qué funciones desempeñan en el ecosistema, con el objetivo de promover su conservación y uso racional, especialmente en el contexto actual de calentamiento global. Para ello, realizaremos algunas demostraciones sobre la capacidad del suelo para retener agua, su función depuradora de las aguas que se infiltran en él, y cómo diferentes manejos del suelo pueden aumentar su capacidad de almacenamiento de agua y disminuir las pérdidas por escorrentía.