Javier García Sanabria
Universidad de Cádiz
Historia, geografía y filosofía. Área de análisis geográfico regional
Grupo de investigación
HUM-117 Gestión Integrada de áreas litorales
Sobre mí
Nací en la isla de Tenerife (Canarias), y desde pequeño desarrollé un gran interés por el mar y las costas. Solía practicar el buceo, el surf, la pesca y el windsurf desde niño. Tanta era mi pasión que con frecuencia me saltaba el almuerzo por seguir practicando mis aficiones. Este interés me llevó a estudiar medio ambiente en la Universidad de Granada. Años después me especialicé en la Universidad de Cádiz (UCA) realizando un máster en gestión integrada de áreas litorales y un doctorado en planificación espacial marina. Actualmente trabajo en el grupo de investigación en gestión integrada de áreas litorales de la UCA.
Líneas de investigación
Gestión Integrada de áreas Litorales y Planificación espacial marina
Resultados destacables
Más de una decena de artículos publicados en revistas científicas internacionales de primer nivel. Investigador principal y miembro del equipo investigador en múltiples proyectos internacionales, nacionales y locales. Autor y coautor de varios libros. Pero quizá el resultado del que estoy más orgulloso por su trascendencia e implicación para la sociedad es el de coautor de la Estrategia de Gestión Integrada del Sistema Socioecológico del Mar Menor, aprobada en 2022 por el Gobierno de Murcia.
Vocación
Por mi relación con el mar y mi deseo de mejorar la relación negativa existente entre el hombre y las áreas costero-marinas. La ciencia me aporta la posibilidad de investigar lo que me gusta y de trabajar e influir en los que toman las decisiones en el litoral. Con el paso de los años la mala relación entre el ser humano y las costas ha hecho desaparecer algunos espacios emblemáticos que tenían gran valor para mí y que ahora están sepultados bajo toneladas de cemento o degradados por contaminación o erosión. Me gustaría contribuir a que las decisiones en los espacios costero-marinos se tomen de forma más seria e informada, pero sobre todo más participadas, no sólo por la ciencia, sino también por la ciudadanía, que debe sentir como propio el problema, pues es la que al final se ve más perjudicada.