Se tratará de una charla divulgativa de unos 15 minutos, en los que en primer lugar se presentará el conocido como Dogma Central de la Biología Molecular: del ADN y los genes o la “genética”, a modo de instrucciones, se lee el ARN, que se traduce a proteínas que ya ejercen cualquier función. Posteriormente, se presentará un añadido reciente a este dogma que aún es en gran parte desconocido para el gran público: la epigenética.

La epigenética puede definirse como el conjunto de mecanismos que hacen posible que las moléculas de ADN, que físicamente pueden llegar a medir 1-2 metros de longitud totalmente extendidas, se compacten enormemente para localizarse en el núcleo de las células (cuya escala es de micras). Esto es un ejercicio casi inconcebible, reducir algo en tamaño plegando una y otra vez hasta que cabe en un espacio un millón de veces más pequeño. Se insistirá con ejemplos en estas diferencias de medidas (por ejemplo, con el ADN desenrollado de una persona se puede ir y volver a la Luna, al Sol, recorrer la Galaxia x veces… etc). Se comparará el plegamiento del ADN con hacer una maleta y apretar y hacer lo posible por empaquetar toda la ropa en una maleta antes de un viaje. Además, una vez está todo tan empaquetado, ¿cómo podemos leer la información de los genes, crucial para la vida? La epigenética también permite que de forma muy rápida se desempaqueten zonas concretas del ADN para que sus genes puedan expresarse (las instrucciones de sus genes puedan transcribirse a ARN, y a proteínas funcionales). Gracias a esta rapidez, la epigenética es por tanto clave para los procesos de adaptación que son capaces de realizar muchos organismos, sobre todo patógenos, capaces de cambiar la expresión de sus genes de forma muy rápida y en respuesta directa a ambientes cambiantes o a tratamientos.