Fotografía de Sonia Osorio Algar
Agricultura | Málaga

Sonia Osorio Algar

Universidad de Málaga

Departamento

Biología Molecular y Bioquímica/IHSM-UMA-CSIC


Grupo de investigación

AGR-168.

Sobre mí

Fui nombrada coordinadora del proyecto ‘Goodberry’, en el que participan 19 grupos de investigación y empresas de nueve países. Financiado por la Comisión Europea con 4,9 M€, su finalidad es trabajar en la mejora de la estabilidad de los rasgos de alta calidad de los cultivos de bayas (fresas, frambuesas y grosellas negras) en diferentes entornos y sistemas de cultivo para el beneficio de los agricultores
y los consumidores europeos. A punto de finalizar el proyecto y los resultados, y con otros empezando (proyecto nacional y proyecto regional) sobre estudios funcionales de genes candidatos para la mejora de la calidad organoléptica/nutricional y post-cosecha en fresa, hemos querido poner el acento en esta entrevista precisamente en el consumidor.

Líneas de investigación

Nuestra línea prioritaria de investigación es el estudio de los procesos que regulan la calidad organoléptica en maduración y vida post-cosecha de frutos. Del mismo modo, trabajamos en el desarrollo de herramientas biotecnológicas que ayuden en la detección de metabolitos y/o genes ligados a estos procesos y que aporten mejoras cualitativas y cuantitativas a los procesos de desarrollo y mejora vegetal.

Nuestro principal foco de trabajo es en frutos de tomate y fresa, cultivos de alta importancia económica en España y el mundo.

Resultados destacables

Durante mi carrera investigadora, los resultados más destacables se han publicado en las revistas científicas más importantes y de mayor impacto en el área como Nature, Science, The Plant Cell, Plant Physiology, entre otras. Sin embargo, destacaría, “la puesta en escena” del ácido málico (ácido mayoritario en el fruto y que proporciona en gran parte la acidez de éste) como un compuesto muy importante y clave en los procesos metabólicos del fruto de tomate que hacen que éste tenga una mejor vida post-cosecha.

Vocación

Mi vocación por la química viene de muy lejos, prácticamente desde que recuerdo siendo muy niña. Creo que con 12 años aproximadamente tenía claro que mi futuro se encontraba en un laboratorio, lugar de trabajo que no he abandonado desde la primera vez que lo pisé. Sigo en ciencia porque es vocación por este trabajo, por conocer lo desconocido y aportar un granito de área a escribir esos libros de texto en los que futuras generaciones estudiarán y se basarán para “seguir conociendo”.

Después de terminar la tesis doctoral estuve bastantes años en el centro Max Planck Institute de Potsdam, Alemania, donde hacer ciencia es mucho más fácil que en España; sin embargo, ¿por qué regresé a España?. Porque siempre he creído que soy lo que soy gracias a la sociedad española, por todo su apoyo en mi formación desde siempre, desde que empecé a estudiar en el colegio (con 6 años). De este modo, me siento en “deuda” con este país, y creí que podía ayudar y aportar a hacer España un mejor país: intento devolverle lo que me ha dado en su momento y contribuir a ese avance.

Deseo científico

Que la sociedad española fuera cómplice de la necesidad de investigar, de hacer buena ciencia. Es una apuesta de futuro, pero si todos entendemos que la ciencia hace muy grande a un país en muchos sentidos, tanto económicos como sociales, sería el mejor motor que la ciencia puede tener para realmente “avanzar”.

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