Roberto A. Lázaro Suau

Grupo de investigación

DEGECO (Desertificación y Geo-ecología); código grupo en Junta Andalucía: RNM-188

Sobre mí

Licenciado en Ciencias, Sec. Biológicas Universidad de Valencia Junio – 1975
Jefe de Producción Laboratorios ALFAR, S.A., (Valencia) 1975 – 1979
Meritorio Estación Exper. Zonas Aridas (CSIC) 1981 – 1983
Contratado organización y Conserv. Herbario Esta. Exper. Zonas Aridas 1983 – 1986
Conservador Herbario Estación Exper. Zonas Aridas 1983 – (desde)
Titulado Superior Especializado Esta. Experimental Zonas Aridas 1987 – 2002
Vicedirector Estación Experimental Zonas Aridas 1988 – 1989
Doctor en Biología Universidad de Valencia Sept. – 1995
Investigador Titular Org. Pub. Inv. Esta. Exper. Zonas Aridas (CSIC) 2002 – 2011
Jefe Dpto. Desertifica. y G-E Estación Exper. Zonas Aridas (CSIC) 2007 – (desde)
Científico Titular Org. Pub. Inv. Esta. Exper. Zonas Aridas (CSIC) 2011 – (desde)

Líneas de investigación

Relaciones entre la vegetación y los hábitats, en particular los microclimas, la hidrología y la geomorfología; vegetación en condiciones extremas, resiliencia y desertificación. Dentro de la vegetación, especial atención a las costras biológicas del suelo

Resultados destacables

Todos los resultados que me parecen dignos de destacar están todavía inéditos

Vocación

De forma bastante natural e inevitable. Desde que recuerdo siempre he tenido inquietudes científicas. También las tenía mi madre, que en mi infancia tuvo bastante influencia sobre mí. Por otra parte la carrera de Biología, en la España de principios de los 70, tampoco tenía apenas otra salida. Sigo en esto porque tengo un empleo estable, me gusta bastante mi trabajo (aunque con cierta frecuencia no me gusta lo que en realidad me veo abocado a hacer), y estoy convencido de que vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo a la ciencia. Y porque me siento muy afortunado de haberme podido dedicar tantos años a esto, y de poder continuar haciéndolo.

Deseo científico

Que la sociedad española se crea de una vez que el trabajo científico merece la pena y la inversión en ciencia es siempre rentable