Fotografía de Miguel Rosso Carrasco

Miguel Rosso Carrasco

Departamento

Filología (Área de Lingüística General)


Grupo de investigación

Semaínein

Sobre mí

Siempre, de forma más o menos consciente, me ha interesado el modo en que el lenguaje está implicado en la creación de confusiones conceptuales que entorpecen desde nuestros intercambios comunicativos diarios hasta la elaboración de teorías científicas. Esta intuición me llevó a estudiar filosofía, con la intención de especializarme en filosofía del lenguaje. Desgraciadamente, pronto me di cuenta de que los filósofos no suelen contar con un conocimiento profundo sobre la forma en la que funcionan las lenguas naturales. Por ello, comencé a interesarme por la lingüística y, en tanto que existe una difícil línea divisoria entre el conocimiento lingüístico y el cultural, por la antropología lingüística. Para colmo, también aprendí que lingüistas y antropólogos no suelen preocuparse por el mencionado modo en que el lenguaje contribuye a las anteriormente mencionadas confusiones conceptuales, por lo que parte de mi motivación última es aplicar estos conocimientos a mi interés filosófico primigenio.
Este recorrido intelectual me llevó a estudiar esas disciplinas. Actualmente trabajo como profesor interino de Lingüística en la Universidad de Cádiz (España), donde me doctoré recientemente en Lingüística.

Líneas de investigación

Pragmática, filosofía del lenguaje, antropología lingüística, historia de la lingüística, semántica, semiótica.

Resultados destacables

Explicar que los actos que hacemos con palabras (prometer, jurar, afirmar, etc.) no son determinados solo por el hablante, sino por una negociación colectiva implícita entre hablante y oyente, que resulta en que hay dos dimensiones en los actos de habla: una externa (pública) sobre qué se hizo con palabras y una interna (privada) sobre lo que cada uno quiso hacer (lo que permite creer hacer el acto y no lograrlo o entender un acto y manifestar haber entendido otro, entre otras repercusiones). Incluso, a veces, lo que hacemos con palabras depende de un conocimiento con el que no cuenta ni el hablante ni el oyente.

Vocación

Dado que ya he descrito mi motivación, lo que hizo acercarme a la ciencia, en su sentido amplio, fue la ambición de intentar resolver algunas preguntas sobre la comunicación, solo para darme cuenta que resolverlas (o disolverlas por comprobar que están mal planteadas) solo lleva a preguntas aún más complejas…

Deseo científico

Contribuir a que nos entendamos (un poco) mejor…

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