Fotografía de Manuel Titos Luzón
Ingeniería | Granada

Manuel Titos Luzón

Universidad de Granada

Departamento

Teoría de la señal, telemática y comunicaciones


Grupo de investigación

Señales, telemática y comunicaciones (STC-TIC123)

Sobre mí

Nací en Píñar, un pequeño pueblo de los montes orientales de Granada. Aunque me entusiasma la naturaleza siempre me apasionó (y me apasiona) la era tecnológica y me aventuré a estudiar Ingeniería Informática en la Universidad de Granada. Después de completar mis estudios tuve una pequeña experiencia en la empresa privada, pero de nuevo volví a la vida académica, y actualmente me encuentro realizando mi tesis doctoral, aplicando la tecnología en procesos vulcanológicos para su pronta detección.

Líneas de investigación

Procesado de señales sismo-volcánicas
Machine learning (Aprendizaje automático)

Resultados destacables

Hasta ahora mis investigaciones han sido escasas, ya que estoy empezando, pero hasta la fecha, hemos comprobado que los sistemas inteligentes bioinspirados como las redes neuronales artificiales, arrojan muy buenos resultados a la hora de clasificar registros sismo-volcánicos de diferentes bases de datos de distintos volcanes. Los resultados obtenidos con estos modelos aún en proceso de estudio, comparados con los obtenidos con otras técnicas bien conocidas y muy eficientes son similares.

Vocación

El cómo llegué a la ciencia es algo muy especial. Ya desde pequeño siempre me llamaron la atención las cosas relacionadas con la ciencia, así que me decidí a estudiar algo relacionado con la rama científica. Ese algo se fue acentuando a medida que crecía y pasaban los años, y que no era otra cosa que lo relacionado con la era tecnológica-digital. Después de completar mis estudios comencé a trabajar en la empresa privada (sin dejar nunca de lado mi inquietud científica estudié un máster y tenía presente la idea de realizar el doctorado, la cual me acompañó desde niño), pero me sentía poco realizado, poco motivado y notaba que no estaba haciendo lo que verdaderamente me gustaba, aunque mi puesto de trabajo prometía mucho ya que tanto profesional como personalmente estaba rodeado de gente muy competente y además, la empresa que me dio la oportunidad de trabajar era bastante importante en su sector. Pero todo esto cambió una nublada mañana de septiembre, cuando al consultar mi correo electrónico me encuentro con una oferta de beca para un “sistema temprano de alerta de erupciones volcánicas” basado en procesado de señales y sistemas inteligentes. En ese momento, sentí que era mi oportunidad de empezar una nueva etapa donde realmente dedicaría mi tiempo, inquietudes y motivaciones a lo que yo quería y para lo que tantos años llevaba preparándome. No se trataba de algo superficial o material, sino que en mi interior algo me decía que eso era lo que quería hacer y aquí era dónde quería estar.
Desde mi punto de vista, la ciencia, si te gusta, nunca se abandona, siempre se lleva consigo en mayor o menor medida. Así las cosas, yo sigo aprendiendo día a día, encontrando nuevos retos, nuevas motivaciones, nuevos compañeros de viaje, pero con la misma ilusión que aquella mañana de septiembre, cuando por primera vez entré al colegio y con la misma ilusión que al salir de clase contaba a mis padres todo lo que había aprendido.

Deseo científico

Uno de mis mayores deseos científicos, es que mi trabajo sea de ayuda a la sociedad, y sirva de una u otra manera para desarrollar nuevas alternativas que ayuden a personas que sufren graves enfermedades, a otras que por algún motivo no pueden o no tienen acceso a la ciencia, a aquellas cuyos bienes materiales y personales quedan limitados a grandes desastres naturales (como erupciones volcánicas, tsunamis, ciclones, etc) y a un sin fin más de causas por las que seguir trabajando. La ciencia es el pilar básico desde el que debemos sentar las bases de la sociedad moderna a la que todos los ciudadanos aspiramos a llegar.

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