Vocación

Cuando era joven no tenía muy claro que es lo que quería ser de mayor. Dudaba entre varias carreras, pero al final me decanté por Ciencias ambientales. Al elegir el proyecto de fin de carrera escogí el área de genética y tuve la suerte de poder participar en un proyecto de la EBD que estudiaba la filogeografía de una lagartija mexicana. La experiencia, personal y profesionalmente, no pudo ser mejor y desde ese momento he ido encadenando un proyecto con otro, cambiando de especies de estudio, pero nunca de tema, la genética de la conservación. Esto, a nivel profesional, ha sido muy gratificante porque he tenido la suerte de ver crecer las poblaciones de lince ibérico y salir finalmente de la categoría “En Peligro Crítico” de extinción de la UICN.

Deseo científico

Que la sociedad se dé realmente cuenta de todo lo que la investigación puede aportar para la conservación del planeta y la mejora de nuestra calidad de vida.