Fotografía de Juan Miguel Fernández Campoy
Innovación | Almería

Juan Miguel Fernández Campoy

Universidad de Almería

Departamento

Educación/Teoría e Historia de la Educación


Grupo de investigación

Desarrollo Humano e Intervención Socioeducativa (HUM878)

Sobre mí

Diplomado en Magisterio, especialidad de Educación Primaria por la Universidad de Almería, Licenciado en Psicopedagogía por la Universidad de Almería y Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Granada. Profesor del Área de Teoría e Historia de la Educación dentro del Departamento de Educación de la Universidad de Almería. Entre sus principales líneas de investigación cabe destacar la atención a la diversidad, la atención e intervención socioeducativa con menores infractores y en situación de riesgo, la formación a lo largo del ciclo vital y la formación del profesorado en los distintos niveles que conforman el sistema educativo.

Líneas de investigación

Atención a la diversidad, atención e intervención socioeducativa con menores infractores y en situación de riesgo, formación a lo largo del ciclo vital y formación del profesorado en los distintos niveles que conforman el sistema educativo.

Resultados destacables

Haber conseguido entender que las personas somos diversas y complejas y que, en consonancia con ello, también tenemos capacidades y ritmos de aprendizaje diferentes. Además de ello, ir poco a poco acercándome a ese prototipo de “buen docente” que es capaz de comprender que sus alumnos son diversos y que presentan diferentes necesidades e intereses y, como consecuencia de ello, llegar a individualizar los procesos de enseñanza-aprendizaje para lograr aportar a cada alumno/a todo aquello que necesita para desarrollar al máximo sus capacidades y potencialidades. Por último, haber adquirido herramientas para comprender y diagnosticar mejor las dificultades de aprendizaje de mis alumnos/as y para articular los mecanismos de ayuda y de compensación que posibiliten que ningún alumno/a se quede atrás y que, por tanto, pueda seguir con “normalidad” los procesos de enseñanza-aprendizaje y las dinámicas del aula.

Vocación

Como les pasa a muchas personas que hoy trabajan en este ámbito, por azares del destino. Siempre he sido una persona curiosa e inquieta y mis inicios en la docencia universitaria acabaron por afianzar mi vocación científica porque me impulsó hacia la necesidad de intentar profundizar en el conocimiento de las auténticas raíces que desencadenaban las problemáticas que experimentaban mis alumnos/as durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, así como hacia la búsqueda de respuestas y de soluciones que les ayudasen a superar dichas dificultades y a ser más eficientes cuando aprenden.

Sigo aquí porque mi vocación se ha fortalecido durante todos estos años y, sobre todo, porque entiendo que todavía puedo seguir aprendiendo y ayudando a los alumnos/as a superar sus dificultades y a ser mejores aprendices y personas. El día que dejen de darse estos condicionantes me iré de la misma forma que llegué, con toda la humildad del mundo y sin hacer ruido para dejar paso a otras personas que lo puedan hacer mucho mejor que yo.

Deseo científico

Que la sociedad tome cada día más conciencia de la importancia que tienen la educación y la ciencia de cara a  la formación de individuos capaces de pensar por sí mismos y de cuestionarse el mundo en el que viven, como la mejor receta para construir un mundo más habitable y sostenible que responda a las necesidades reales de las personas que lo habitan y que, por tanto, les ayude a crecer y desarrollarse de manera plena y armónica.

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