Fotografía de Javier Ramírez Santos
Medicina | Almería

Javier Ramírez Santos

Universidad de Almería, Distrito Sanitario Almería.

Departamento

Doctorando Ciencias Médicas en la UAL.

Distrito Sanitario Almería.


Sobre mí

Nací en domingo, dice mi madre. Consecuentemente, fui el típico niño más bien inmóvil. El bebé que dejabas en la cama y se caía de lado sin que hiciera nada por evitarlo. Ley de (la máxima) conservación de la energía (posible). En tal inmovilidad, me aficioné por cosas estáticas: los libros y la magia (la de las cartas, sí). Fui miembro de la Sociedad Española de Ilusionismo de la mano de Dani Daortiz y, por increíble que parezca, es de las experiencias que más ha ayudado a mi formación como científico y como médico. Además, llevo toda la vida escribiendo como hobbie y como religión.

Estuve una semana matriculado en Física y luego me cambié y estudié Medicina en Granada. En tercero de carrera conocí la Medicina Familiar y Comunitaria de la mano de Paco Padilla en el Centro de Salud de Doctores. A partir de entonces, roté por varios centros de la ciudad, conociendo a grandes profesionales de la historia de esta disciplina (Miguel Melguizo, Lorenzo Arribas, Emilia Bailón…). Me inmiscuí en los primeros pasos de La Cabecera, una preciosa iniciativa llevada a cabo por jóvenes residentes de dicha especialidad y que buscaba alternativas para conseguir una atención primaria universal y de calidad.

Paralelamente, como estudiante, me fui aficionando a la comida y, posteriormente, al vino. Y como nada puede alejarse demasiado de mi bendita curiosidad, me puse a estudiar. Bastante. Mucho. A día de hoy soy sumiller y tengo un título de física aplicada a la cocina. La ciencia de la comida y el vino es un espectáculo.

Me interesé también en los últimos años de carrera por la sexología, una disciplina poco explorada en el mundo de la medicina, y me decidí a estudiarla con más cercanía. Acabé haciendo la especialidad en Almería, donde pude estudiar el máster de Ciencias Médicas y me hice sexólogo.

Actualmente, como médico adjunto, ejerzo en Almería y preparo mi doctorado mezclando ambas disciplinas: La medicina familiar y la sexología.

Líneas de investigación

Ciencias médicas – Sexología y atención primaria.

Resultados destacables

No conocemos la prevalencia a nivel mundial de las disfunciones sexuales.

Vocación

Yo de pequeño quería ser científico. Sin apellidos. Científico.

La culpa de que consiguiera dedicarme a la ciencia es de una mujer llamada Carmen Guerra, mi profesora de Métodos de la Ciencia del instituto, que posteriormente trabajó en el Parque de las Ciencias de Granada. Carmen me inculcó valores y alimentó mi curiosidad y, lo más importante, mis herramientas para satisfacerla (al fin y al cabo, preguntas nos hacemos todos, pero no todos nos tomamos la molestia de contestarlas con rigor y no caer en el sesgo cognitivo).

Quince años más tarde, sigo aquí porque sigo teniendo preguntas que contestar. Por esa premisa, probablemente siga aquí bastante tiempo.

Deseo científico

Que logremos hacer de la sexología un corpus doctrinal suficiente en sí mismo para no depender de otras disciplinas.

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