Fotografía de Gustavo Liñán Cembrano

Gustavo Liñán Cembrano

Departamento

Instituto de Microelectrónica de Sevilla CSIC-Univ. de Sevilla


Grupo de investigación

Grupo de Diseño de Circuitos Digitales y Mixtos

Sobre mí

Nací en Sevilla y me crié en Triana, lo que, desde un punto de vista objetivo es difícilmente mejorable. Estudié Física en la Univ. de Sevilla, y realicé mi doctorado en Microelectrónica. Durante unos 6 años estuve dando clases, de asignatura en asignatura, como profesor asociado de la Universidad, hasta que la Ministra del momento, cuyo nombre no debe ser nombrado en lengua humana ni élfica, decidió que había que cambiar todo el mecanismo de acceso a la promoción y condenó a una generación entera a empezar de cero. Ante este panorama, tuve la fortuna de sacar, en Madrid, una oposición a Científico Titular del CSIC cuya particularidad era que podía elegir centro de destino, entre varios centros posibles. Uno de ellos, el Instituto de Microelectrónica de Sevilla, donde hago mi investigación desde el año 2004. Mi biografía científica es de poco interés aquí, y está toda en Google para quien tenga curiosidad. En lo personal, tengo dos hijos y una compañera, que, feo está que yo lo diga, son los mejores del mundo, y me encanta la música de todo tipo pero sobre todo el Blues y la música que se hizo durante el Barroco. Toco la guitarra desde los 11 años, y he formado parte de varios grupos de blues y rock. Actualmente estudio viola en el Conservatorio de Sanlúcar la Mayor, donde espero graduarme el año que viene.

Líneas de investigación

Procesamiento digital de imágenes en aplicaciones biológicas.

Resultados destacables

Recientemente hemos publicado un estudio en la revista Science en el que demostramos cómo la estructura modular de redes, en nuestro caso unas redes en las que vivían unos pequeños insectos, las hace más resistentes frente a la propagación de perturbaciones (por ejemplo una infección) que redes cuyas interconexiones estén menos modularizadas.

Vocación

¿Conoces la típica historia de una familia en la que todos sus miembros se dedican a la ciencia? Pues esa no es mi historia en absoluto. A mi me empujaron tres cosas. Primero, mi casi obsesiva curiosidad por saber el por qué de las cosas y no conformarme con la explicación más sencilla ¡Ay si mi madre hablara! La segunda, la admiración que despertó en mi la manera en la que mi profesor de física en los últimos años en el instituto, un señor llamado Claudio Gómez, y al que nombro aquí, como tributo personal, por si él o algún familiar suyo lo lee, hablaba de su materia a un grupo de chavales de 16 años. Por último, por quitarle épica al tema, es que las matemáticas, la física y la química se me daban bien y me resultaron la manera más cómoda de explotar mi talento. De ahí a entrar en la facultad de Física, hacer un doctorado, trabajar como profesor de la Univ. de Sevilla, y acabar como científico titular del CSIC, no sé muy bien como han ido fluyendo las cosas, el tiempo ha pasado volando y aquí nos vemos a final de Septiembre hablando de Ciencia con vosotros.

Deseo científico

Curar el cáncer, la diabetes, la ELA, las como 8000 enfermedades raras que hay, ver al hombre pisar Marte, desarrollar cultivos resistentes a sequías que acaben con el hambre, la reversión del cambio climático, etc. Deseos hay muchos, tantos como personas, pero todos y cada uno de ellos está condicionado por una cosa; la absoluta falta de apuesta por una política científica coherente de los gobiernos de este país. Así que, sintiéndolo mucho, mi deseo es mucho más mundano; que el Sr. Presidente del Gobierno tenga esta misma noche un sueño que le haga abrir los ojos ante la necesidad de mirar a largo plazo en temas científicos, que pueda ofrecer a la gente joven que trabaja con nosotros un horizonte de esperanza en el que su esfuerzo se vaya a ver recompensado, porque, con talento y medios, los resultados llegarán.

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