Cristina Sánchez Fernández
Universidad de Jaén
Departamento de Biología Experimental/ Área de Biología Celular
Grupo de investigación
Miogénesis Cardiaca y Esquelética: Regeneración Muscular (CTS-446)
Sobre mí
En el año 2014 me gradué en Biología por la Universidad de Oviedo, un año más tarde continué mis estudios de postgrado cursando un Máster InterUniversitario en Genética y Biología Celular por las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid y por la Universidad de Alcalá de Henares. En diciembre de 2015 me incorporé al grupo de investigación “Apoptosis I” del Instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (IDIVAL), dirigido por el profesor Juan M. Hurlé, asociado al Departamento de Anatomía y Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria. En él, realicé mi Tesis Doctoral (“Regulación epigenética de la condrogénesis y la muerte celular durante el desarrollo embrionario de las extremidades”) gracias a la concesión de una beca, otorgada por del Ministerio de Competitividad y Economía, de Formación de Personal Investigador (FPI).
En la actualidad formo parte del grupo de investigación “Miogénesis Cardiaca y Esquelética: Regeneración Muscular” de la Universidad de Jaén cuya responsable es la Dra Amelia Eva Aránega Jiménez y al que me he incorporado recientemente como investigadora postdoctoral.
Líneas de investigación
- Análisis del papel del factor de transcripción PITX2 en miogénesis cardiaca y esquelética.
- Papel de los RNA no codificantes en regeneración del músculo esquelético y cardiaco.
- Miogénesis y regeneración muscular.
- Origen embrionario de las células madre del músculo.
- Plasticidad de células madre adultas y embrionarias en regeneración miocárdica.
Resultados destacables
Las investigaciones realizadas durante mi etapa predoctoral pusieron de manifiesto la existencia de una secuencia de degeneración, observada en aquellas regiones embrionarias donde se producen eventos de muerte celular programada (como es el tejido interdigital, el que fue mi modelo a estudio), caracterizada por la aparición precoz de daño en el ADN. Estas roturas, tratan de ser reparadas, lo que desmonta la idea preconcebida durante muchos años de que los progenitores esqueléticos del espacio interdigital son eliminados como consecuencia de un suicidio celular (Montero et al., 2016).
De igual forma pudimos comprobar cómo los progenitores esqueléticos ubicados en áreas preapoptóticas del autopodio presentaban una mayor sensibilidad, al daño en el ADN y a la inducción de apoptosis, que aquellos ubicados en las regiones condrogénicas. Los resultados obtenidos sugerían que esta sensibilidad diferencial podía estar mediada por la metilación del ADN, pues tanto la DNMT3B como los UHRFs promovían la muerte celular, inhibían la condrogénesis e inducían una detención del ciclo en la fase S en los progenitores esqueléticos (Sanchez-Fernandez et al., 2019; Sanchez-Fernandez et al., 2020).
Vocación
Siempre me he considerado una persona curiosa a la que le gusta conocer cómo funciona el mundo que hay a su alrededor y qué mejor forma de hacerlo que profundizando en la biología para descubrir las claves de la vida, de aquello que nos permite sobrevivir cada día. En la actualidad sigo maravillándome de lo compleja que es una célula, de todas las reacciones, cascadas metabólicas e interacciones que tienen lugar constantemente en nuestro organismo. Con todas las cosas que pueden salir mal, ¿cómo es posible que sigamos con vida y que superemos un día tras otro? Esa reflexión, que me tiene alucinada, es la que me hace seguir en la ciencia, el afán por entender esa extraordinaria complejidad.
Deseo científico
Que se valoren los méritos, el sacrificio y la dedicación que los investigadores derrochan sin hacer ruido, pasando desapercibidos como “hormiguitas trabajadoras”. Que se aprecia el trabajo que hacen en la sombra, que se reconozca su labor y que dejen de encontrarse con tantas trabas: financiación, burocracia, conciliación familiar…