Fotografía de Aurora Álvarez Veinguer

Aurora Álvarez Veinguer

Departamento

Antropología Social


Grupo de investigación

Laboratorio de Estudios Interculturales SEJ 123y miembro del Instituto de Migraciones de la Universidad de Granada.

Sobre mí

Profesora Titular del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Granada, donde imparte docencia desde 2004.Doctora en Antropología Social (PhD) por la Universidad de Gales, Bangor (Reino Unido). Realiza estudios de postgrado (Mphil) en Antropología Social en la Universidad de Canterbury, Kent (Reino Unido). Licenciada en Sociología y Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y en Antropología Social por la Universidad de Canterbury, Kent (Reino Unido).
Ha realizado prolongadas estancias de trabajo de campo en la República de Tatarstan (Federación Rusa), donde realizó su tesis doctoral sobre los procesos de construcción identitaria y etnización en el contexto educativo tras la desaparición de la Unión Soviética.
Ha realizado diversas estancias en universidades extranjeras: Graduate Center de la City University de New York (CUNY) (2011). Departamento de Estudios Culturales de la Universidad de California, Santa Cruz (2007) y Universidad Estatal de Kazan, Federación Rusa (1998,1999, 2000, 2001)

Coordina la Red Saberes-Instituyentes en la que participan (CIECO-UNAM, UNIVERSIDAD DE QUERETARO, UNIVERSIDAD VERACRUZANA, UNIVERSIDAD DE BAJA CALIFORNIA SUR, UNICAUCA-COLOMBIA, Y UNIVERSIDAD OLD-WESTBURY, NUEVA YORK).

Líneas de investigación

• Etnicidad, género, procesos de construcción identitaria, migraciones, Europa del Este
• Metodologías participativas

Resultados destacables

Nombrar y visibilizar algunas prácticas y dinámicas sociales que siguen reproduciendo relaciones de poder y desigualdad en diferentes contextos del mundo.

Vocación

Siempre he pensado que por medio del conocimiento debemos denunciar y visibilizar las múltiplesjerarquías de poder y relaciones de desigualdad existentes.

Deseo científico

Entender la producción científica como una herramienta de transformación social y utilizar nuestros privilegiados lugares de enunciación para establecer canales más reales de comunicación entre el quehacer científico y las preocupaciones y problemas de la sociedad.

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