El avance de los recursos tecnológicos ha crecido de manera exponencial en las últimas décadas. La inteligencia artificial (IA) es uno de los recursos más relevantes de la actualidad. Aunque es más antigua de lo que pensamos, ha sido recientemente cuando ha llegado al alcance de la sociedad para economizar y facilitar nuestras vidas. Sin embargo, su uso plantea importantes cuestiones de carácter ético. En esta actividad nos centramos en una de ellas: ¿podrían las máquinas adquirir consciencia? Para responder a esta pregunta, es necesario profundizar en la definición del término “consciencia” así como conocer cuáles son los requisitos necesarios para que se produzca la experiencia consciente. Discutiremos la existencia de diferentes formas de consciencia animales humanos y no humanos y las formas de medirla científicamente, más allá del reporte verbal.