Te proponemos una RUTA guiada para conocer parte de nuestro patrimonio más desconocido.
La ciudad de Córdoba, al igual que otras grandes urbes europeas como Londres, Roma, París o Lisboa, surgió junto a un gran río. A orillas del imponente Guadalquivir se gestó la Corduba romana y la posterior Qurtuba árabe. Ciudad Patrimonio de la Humanidad, conserva un magnífico patrimonio arquitectónico conocido y valorado en el mundo entero.

Pero, ¿sabías que en nuestra ciudad existe un conjunto de edificios que casi pasan desapercibidos y en muchos casos son desconocidos? Se trata de once molinos hidraúlicos (cinco de ellos en pleno casco histórico) declarados Bien de interés cultural y Patrimonio Histórico andaluz desde el año 2009, monumentos que nos permiten conectar nuestro presente con la formas de vida en tiempos pasados, y testigos de un revolucionario sistema de aprovechamiento del agua: el sistema de regolfo.

Un ejemplo de utilización de energías alternativas, en este caso la hidráulica, no contaminantes e inagotables, que favorecen la sostenibilidad de las actividades humanas, en un momento en el que en nuestro planeta existe una preocupación por el respeto al medio ambiente.

Con la visita a estos molinos es posible conocer de primera mano los ingenios creados por el ser humano, la compleja mecánica de su funcionamiento y las actividades económicas que en torno a ellos se generaron. Molinos, batanes, fábricas de papel e incluso las primeras centrales hidroeléctricas de nuestras ciudades. Nos acercan a formas de producción alejadas del mundo mecanizado y tecnológico más propio de nuestro mundo actual. Y se pone de manifiesto la importancia de los molinos hidráulicos como bienes culturales y como parte del patrimonio local generado en torno al agua, así como la capacidad de evocar historias, leyendas, que siempre han existido alrededor de estos olvidados ingenios hidráulicos.